La consolidación de una normativa efectiva que permita desarrollar las actividades de juego de manera efectiva, depende de la participación del ejecutivo y los operadores, quienes deben llegar a un mutuo acuerdo de manera racional.
En Colombia, uno de los mercados emergentes durante el 2019, se están llevando a cabo algunos cambios que podrían garantizar las mejoras para el sector, ya que, se ha visto demostrado el profundo interés que tiene este territorio en convertirse en uno de los puntos claves para el continente latinoamericano en la industria del juego.
Durante los últimos años hemos visto como el sector de apuestas colombiano se ha visto en una constante transformación positiva. La intención siempre ha sido crear el mejor entorno para los nuevos operadores que puedan interesarse en desarrollar sus actividades en el país cafetalero.
Pero, aunque existen medidas que puedan resultar exigentes para las finanzas de los operadores, se ha terminado con una situación que había venido haciendo ruido en el sector.
Antes de que culminara el año 2019, se llevó a cabo la publicación de un decreto reglamentario donde se establece que los operadores colombianos deberán pagar el 12% de sus ingresos brutos menos premios. En medio de esta decisión, surgen algunas interrogantes acerca de cuál será el impacto sobre algunos de los operadores más importantes de este territorio.